35. Con poder.Por Chus Villarroel
Ya estamos en la quinta semana de confinamiento. Ya bien adentro. Hoy es jueves 16 de abril. Venimos obedeciendo a este estado de alarma desde el 14 de marzo. Impresiona ver las calles vacías tanto de día como de noche. Como dice el refrán: el miedo guarda la viña. Ante el continuo bombardeo de cifras en el que destacan las de los fallecidos, el personal intimidado busca el cobijo de la casa. De todas formas, la gente está muy civilizada y se guardan bien las normas. Oímos en las noticias los actos incívicos de muchos pero lo que ven nuestros ojos y oímos con nuestros oídos es que la inmensa mayoría está cumpliendo con su deber. Estos días suena mucho que España es el país peor parado del mundo con más muertos y más infectados relativamente. Lo que sí permanece, al menos en este barrio de San Blas, es el aplauso desde las ventanas a las 20 en punto todas las tardes.
Todos tenemos ganas y necesidad de que se aflojen las medidas de cuarentena. Es cierto que la telemática está haciendo maravillas y nos estamos viendo unos a otros y charlamos y rezamos y nos sonreímos mutuamente pero siempre por medio del plasma o de lo que sea, que no sustituye la presencia real. Da la impresión de que en cualquier momento va a estallar la gente por presión, pero el hecho de que siga habiendo muchos centenares de muertos cada día mantiene la intensidad y seriedad del confinamiento. Si un día no hay muertos salta por los aires el estado de alarma. Ayer mismo murió un joven de 33 años aquí muy cerca de nosotros quedando su mujer desesperada porque no ha podido despedirse ni por móvil.Estos casos muy reales nos mantienen a todos en casa y en silencio. En este momento los infectados son 177. 633, los muertos 18. 579 en total, 523 más que ayer, y los curados 70. 853.
Lo que uno no sabe es qué hay en el interior de las conciencias durante estos días. Un compañero que ha venido de fuera me decía que estaba admirado de las declaraciones que oía. Para él la gente está reaccionandomuy bien, sin protestas, sin rebeldía sino con ganas de cambio, de dedicar fuerzas al servicio de los demás, a ser más sensibles cuando esto desaparezca. Yo también oigo cosas bellas en los medios. Lo que echo de menos es el nivel en el que se producen esos comentarios. La gente me parece educada para el bien pero lo trascendente, lo sobrenatural, el nivel de fe, la esperanza cristiana, el consuelo del más allá está muy en baja. Sé que en España se reza mucho y hay mucho Espíritu Santo pero los que venimos de una tradición santa y de una cultura casi sagrada nos damos cuenta de que el nivel público está copado por el laicismo y el agnosticismo más craso. Ni una mención. Esta falta de visibilidad de la fe le hace mucho daño a los jóvenes.
Yo creo que esto es una pena porque hay consuelos trascendentes que en situaciones como la actual solo la fe te puede prestar. Empiezo por mí mismo. Antes de llegar a lo sobrenatural la fe me ha dado una seguridad metafísicaen la que me siento instalado hoy y que me aquieta multitud de ansiedades, temores, dudas e ignorancias. Si ponemos lo sobrenatural, mi orientación es prácticamente absoluta de forma que puedo decir que la fe llena mi vida con creces. La fe no te responde a muchas preguntas para que no deje de ser lo que es, pero te da un conocimiento y experiencia de la realidad acorde con los deseos más profundos de tu corazón.
Tengo el presentimiento de que en España rezan hoy día los más sencillos y los más humildes. Muchos de estos tienen todavía la capacidad de rezar. Otros, la mayoría, abordan su cristianismo no desde la oración sino desde el pensamiento. Son gente profundamente influenciada por el racionalismo de la ilustración que confunden el conocer con el ser. Todo lo discuten, lo racionalizan, se reúnen para examinar el evangelio, para ver lo que dice a cada uno y exhibir sus facultades mentales. Todo ello no suele terminar de rodillas sino en el hacer y en el compromisotal vez eficaces pero sin Jesucristo. Por desgracia, en estos estratos de cristianos se está muriendo la interioridad y el gusto por lo sobrenatural a marchas forzadas.
No se actúa en el nombre de Jesús sino en el nombre de un cálculo racional de variables. Ayer nos decía la primera lectura que Pedro y Juan llegaron al templo cuando traían a un paralítico conocido, que ponían siempre a la puerta del templo. A los primeros que pidió limosna fue a los dos apóstoles. Pedro le dijo: “Oro o plata no tengo, pero en el nombre de Jesús, el nazareno,levántate y anda”. El mismo Pedro le ayudó a levantarse ante el asombro del pueblo. Este poder es el que fundamenta al cristianismo. Yo no vengo a predicar con la elocuencia de la sabiduría humana dice Pablo, sino que vengo en mi debilidad, temblando de miedo, confiado en el Espíritu y el poder.
Hay un poder que es el que Dios exhibió al resucitar a Cristo de entre los muertos y que tanto emociona a San Pablo: Para que conozcáis cuál es la eficacia de su fuerza poderosa que desplegó en Cristo resucitándolo de entre los muertos y sentándolo a su diestra en el cielo. Pero hay otro poder que le ha sido otorgado al resucitado y que él mismo testimonia diciéndonos: Me ha sido dado todo poder en el cielo y en la tierra. Con este poder ejerce su señorío en el mundo que nosotros captamos desde la experiencia de la fe que trasforma nuestras vidas y nos hace entender que estamos al resguardo de todo mal. Creer en este poder, incluyendo los milagros, es signo de un cristianismo adulto y que el mundo necesita para superar pandemias y otras malicias por el estilo.
Buenos días Chus, de nuevo tu reflexión me deja el interior caldeado. Coincido también en el laicismo o negacionismo total de lo sobrenatural. Rezo mucho por las autoridades para que acierten. Nos va la vida. Pero me dio pena que nuestro monarca católico (?) no hiciera ni una referencia en su mensaje a la Nación. Como también me indignó que el presidente no nos felitara las Pascuas cuando sí lo ha hecho con el Ramadán. La asinetría me duele. Seguiremos rezando. Dios tiene sus caminos.
El confinamiento nos está enfrentando con nuestros miedos mas profundos. En lugar de protegernos del exterior, los problemas nos crecen al pasar los días y no podemos solucionar nada ni escapar, solo intentar sacudirnoslos hasta la hora de dormir. Aunque la gente se conecta al wasap durante toda la noche…Miedo a la falta de dinero, de libertad, de salud y de amor. Estamos viendo sin tapujos lo que llevamos dentro y lo que nos amenaza. Se nos desdibuja la identidad en el teletrabajo y la seguridad sine die. Muchos además estamos de duelo, pero como los de la posguerra: En casa y con la misma ropa.
El Señor dice que nuestra diestra no puede darnos la victoria y nos pregunta si nos atrevemos a condenarle, para salir nosotros absueltos.
No hay nada que yo pueda hacer frente mis miedos y no quiero ni entrar en el juicio, es decir en la tiranía de lo racional, para buscar la causa de todo esto. Tampoco me lleva a ningún sitio preguntarme por qué el Señor no nos hace caso, ni siquiera examinar mi conciencia para ver si esto es una prueba para fortalecerme y qué tengo que cambiar. No quiero ser el ombligo de mi mundo. Sería más dolor y más coronavirus.
Dice el Libro de Job, Dios no da al hombre un plazo fijo para que comparezca a juicio con él. Habla de juicio porque reclamamos justicia… Pero estamos en una corriente de Gracia, somos soplo divino, como las olas que se levantan contra el viento y se humillan al morir, para besar la playa.
Hablamos distinto lenguaje, como si fueramos adolescentes, pero somos Hijos de Dios y hermanos de Jesús. Hoy, después de leer su Palabra, me voy a poner a tocar la guitarra para alabarle y para que la música ponga freno a mi discurso y me eleve. El amor siempre está por encima de la justicia.
Parece que lees mis pensamientos aunque tengo claro que es el Espíritu Santo el que me da las respuestas a través de ti padre Chus. Llevo todo el confinamiento intentando racionalizar mi espiritualidad. No tiene sentido lo que digo ni lo que hago pero cada dos por tres caigo en esa trampa. Gracias a Dios el Espíritu baja y acaba con todas mis tonterías; deja de importar todo a excepción de esa especie de calor que te inunda, que es el amor de Dios, que no tiene explicación, que no me lleva a ninguna parte y a todas al mismo tiempo. Sigo sin saber si oro, cuando oro y cómo oro.
Y echo de menos la presencia de Dios en la vida cotidiana de la gente, en la sociedad en general, por eso no veo la televisión. Últimamente veo películas y series de judios ortodoxos. Me admira y reconforta ver como tienen presente a Dios en todos los momentos de su vida a la espera de la llegada del Mesías. Es verdad que son ortodoxos, que son minorías, etc y que puede ser exagerado pero lo que está pasando en España es inconcebible. Menos mal que Cristo camina entre nosotros y todo lo puede. ¡Gloria al Señor!
«Presencia interior»
Si experimentamos la presencia de Dios en nosotros mismos, en nuestro corazón, nuestra fe está viva, pues somos templos del Espíritu Santo. En nuestro interior se da la oración permanente, se nos da Jesucristo.
La interiorizacion nos une en lo más íntimo de nuestro ser a la trascendencia.
Tenemos poder en Jesucristo:
Díceles: «Por vuestra poca fe. Porque yo os aseguro: si tenéis fe como un grano de mostaza, diréis a este monte: «Desplázate de aquí allá», y se desplazará, y nada os será imposible.»
Mateo 17:20
Con su Gracia nos protege:
Salmos 91 Reina-Valera 1960
Morando bajo la sombra del Omnipotente
1 El que habita al abrigo del Altísimo
Morará bajo la sombra del Omnipotente.
2 Diré yo a Jehová: Esperanza mía, y castillo mío;
Mi Dios, en quien confiaré.
3 El te librará del lazo del cazador,
De la peste destructora.
4 Con sus plumas te cubrirá,
Y debajo de sus alas estarás seguro;
Escudo y adarga es su verdad.
5 No temerás el terror nocturno,
Ni saeta que vuele de día.
6 Ni pestilencia que ande en oscuridad,
Ni mortandad que en medio del día destruya.
7 Caerán a tu lado mil,
Y diez mil a tu diestra;
Mas a ti no llegará.
8 Ciertamente con tus ojos mirarás
Y verás la recompensa de los impíos.
9 Porque has puesto a Jehová, que es mi esperanza,
Al Altísimo por tu habitación.
10 No te sobrevendrá mal,
Ni plaga tocará tu morada.
11 Pues a sus ángeles mandará acerca de ti,
Que te guarden en todos tus caminos.
12 En las manos te llevarán,
Para que tu pie no tropiece en piedra.
13 Sobre el león y el áspid pisarás;
Hollarás al cachorro del león y al dragón.
14 Por cuanto en mí ha puesto su amor, yo también lo libraré;
Le pondré en alto, por cuanto ha conocido mi nombre.
15 Me invocará, y yo le responderé;
Con él estaré yo en la angustia;
Lo libraré y le glorificaré.
16 Lo saciaré de larga vida,
Y le mostraré mi salvación.
En Jesucristo y su Gracia somos Hijos de Dios. Tenemos poder, protección, y nuestras vidas son transformadas mediante la fuerza del Espíritu Santo.
¡GLORIA AL SEÑOR!
Querido Chus. Gracias. Apelo a su poder con esperanza.
Señor resucitado, entra en el corazón de cada persona, repite con poder el Don la Pascua ahora, hoy. Ten piedad, mira cuanta gente vive ausente de ti, o te ha olvidado, mira que es horrible vivir y morir sin ti.
Ven, ven, por tu misericordia, ven a adueñarte seductoramente de esta humanidad caída. Entra en cada casa, en cada hermano de esa manera irresistible que Tú sabes. Madre, Virgen del Encuentro, ruega por nosotros y propicia su llegada. En ti espero.
Gloria al Señor
Hoy el comentario va sobre la oración. Todos sabemos que orar en hablar con Dios. Unos piensan que orar es recitar esos escritos que nos facilita la iglesia. Y sí, es una forma de orar, lo que ocurre es que se puede hacer sin darnos cuenta de lo que repetimos, o siendo conscientes de nuestras palabras. Sólo Dios sabe cual es nuestro estado de ánimo en ese momento y así lo valorará. Otras personas, quizá sin vivir una fe activa, por miedo a una situación, se acuerdan de ese Dios, que les han dicho que existe, y le piden ayuda. Creo que eso también es oración. No todas las personas tienen el don o la capacidad de pararse un momento en su vida para adorar o ponerse tranquilamente en contacto con Dios. Sé de personas que les cuesta concentrarse en la oración, pero ya están diciendo que están tratando de orar, luego su valoración, estoy seguro que a los ojos de Dios, también es oración. Otras van por la vida sin pararse a orar, pero en todos sus actos o momentos del día, les viene un pensamiento en ese Dios, en Jesús o el Espíritu Santo y hasta en algún Santo. Creo que es una forma de ofrecer su trabajo a ese Ser superior, y pienso que también es una forma de orar. Otras procuran hacer felices a su prójimo, pues es un mandato de Dios, y aunque no se lo dicen, su pensamiento está en ello. Creo que también están orando. Otras sufren al pensar en lo que hizo y sufrió Jesús por las personas del mundo y lo poco agradecidos que somos. Para mí, eso es otra forma de orar.
Si recordamos la parábola del fariseo y del publicano, todos sabemos que Jesús justificó al publicano por su humildad y no lo hizo al fariseo por su soberbia. Esto nos lleva a pensar que no debemos de presumir de nuestra oración. Nuestra oración debe ser en lo secreto, entre Dios y nosotros, no debemos de alargar nuestras vestiduras para que se vea que estamos en penitencia.
Benditos miedos o situaciones que nos llevan a acordarnos de Dios, pues al ponernos en contacto con Él, también estamos orando.
Sólo Dios sabe los dones o talentos que ha dado a cada uno y el uso que hace de ellos.
Para mí, estas líneas, sin querer presumir de ello, también es oración, pues lo hago porque creo que Él así lo quiere y no por mi ego. Amén.
Gracias. Dios siempre toma la iniciativa en la oración con cada persona. Espíritu Santo, despierta mi espíritu para oírte, responderte. escucharte, aviva mi esperanza, enciende mi amor. Haz que te veamos, Jesús, en la vida social, política, económica… Haz, Padre nuestro, que haya muchos cristianos corrientes que hablen de Ti en público con naturalidad, sin vergüenza. Gloria a Dios
Amén!! Gloria al Señor!!!