Gracias Álvaro por el bien que estás haciendo a mi alma. El Señor te ha puesto en mi camino. Te oí por primera vez en Radio María en el testimonio que diste ahí. Me interesé por la renovación carismática al definirla como un pueblo místico, yo también quería alabar al Señor, como lo hacéis en este movimiento. Y empecé a buscar, y buscando topé con vuestra comunidad y en esta comunidad, me volví a encontrar contigo. Gracias por tus enseñanzas, pues llegaste en un momento en que como la cananea, le decía al Señor que tenía hambre de Él y que en su búsqueda hasta se come las migajas que tiran de la mesa de sus hermanos.
Te sigo en todas tus enseñanzas. Así como también voy conociendo a través de ellas a otros miembros de esta comunidad. Te encomiendo al Señor en mis oraciones que a veces como la cananea, se come las migajas que tiran de la mesa de sus hermanos. Te sigo en todas tus enseñanzas. Así como también voy conociendo a través de ellas a otros miembros de esta comunidad.
Gracias desde el corazón a Jesús por haberme permitido conocerte, a tí y a Maranatha.
Gracias Álvaro por el bien que estás haciendo a mi alma. El Señor te ha puesto en mi camino. Te oí por primera vez en Radio María en el testimonio que diste ahí. Me interesé por la renovación carismática al definirla como un pueblo místico, yo también quería alabar al Señor, como lo hacéis en este movimiento. Y empecé a buscar, y buscando topé con vuestra comunidad y en esta comunidad, me volví a encontrar contigo. Gracias por tus enseñanzas, pues llegaste en un momento en que como la cananea, le decía al Señor que tenía hambre de Él y que en su búsqueda hasta se come las migajas que tiran de la mesa de sus hermanos.
Te sigo en todas tus enseñanzas. Así como también voy conociendo a través de ellas a otros miembros de esta comunidad. Te encomiendo al Señor en mis oraciones que a veces como la cananea, se come las migajas que tiran de la mesa de sus hermanos. Te sigo en todas tus enseñanzas. Así como también voy conociendo a través de ellas a otros miembros de esta comunidad.
Gracias desde el corazón a Jesús por haberme permitido conocerte, a tí y a Maranatha.