En el fallecimiento de nuestra hija Ana
En el fallecimiento de nuestra hija Ana
Viviendo en el Reino. En ese Reino esporádico sólo para algunos como tú, preludio humano del que viviremos eternamente “post mortem” y que tú ya has comenzado a vivir con continuidad. Esa extraordinaria vivencia tuya terrenal que llamó la atención de tanta gente como los autores de esas dos preciosas cartas que se leyeron al concluir la eucaristía que el pasado viernes día 20 de abril celebramos en la capilla del Tanatorio de La Paz. La primera enviada desde Santiago de Chile por el fraternal amigo Ernesto Merino Aguirre y leída por nuestra hija Lorenza. La segunda inspirada a María nuestra hija mayor, por el amor de Ana a Saturnín y leída por la propia autora en el mismo acto.
Vamos de nuevo a transcribirlas para que tengáis ocasión de conocerlas los que no pudisteis estar allí. Esto es lo que dicen:
CARTA DE ERNESTO MERINO
………Corre, corre, corre, corre por los cielos mi Anushky querida. Así te veo como un angelito corriendo de nube en nube, haciendo travesuras y con tu risa resplandeciente iluminando todo. Qué privilegiado me siento de tenerte en mi vida, por que siempre estas en mi, y ahora tienes a mi Oso (1) fiel para cuidarte en el cielo. Cantaremos siempre y nos reiremos a carcajadas de todo lo que se pueda, y borraremos cualquier tristeza de un plumazo, mirándote correr y correr por los cielos……..Te amo mi sol.
(1) Perro de Ernesto que murió recientemente.
CARTA DE MARÍA ESCARDÓ
Pichu todos los que hemos tenido la suerte de tenerte cerca, nos sentimos unos privilegiados por haber recibido tu amor, tu inmenso amor.
A mi personalmente me has marcado la vida; eras un ejemplo a seguir. Sin ti mi vida hubiese tenido otro color, a tu lado ha sido «lila”, tu color favorito.
Saturnín, tu gran compañero, al cual tengo entre mis manos y que no sabías a cuál de tus cuatro maravillosos sobrinos dejar en herencia. Incluso valoraste la posibilidad de dividirlo en cuatro. .Con tu permiso voy a ser yo quien lo herede.
Pichu, te amaré, te amaré a golpe de recuerdos, te amaré, te amaré hasta el último momento, seguirás cerca y muy dentro de mí.
Tu hermana Magic.
Cuando he vuelto de viaje, me he encontrado con la noticia. Querida niña, has sido un ejemplo y más ahora para mí que voy a empezar, en tono mucho menor, un camino como el tuyo. Desde allá arriba,entre las nubes como dice Ernesto, estarás mirando con todo tu amor a tu familia y señalándoles el camino de la mano de la Virgen y de Jesús. Ana guapa, un beso porque sé que esto lo lees.