Los más miserables
Tal vez haya sido mi condición de emigrante, lo que más me ha hecho volver sin cesar los ojos hacia el más Emigrante de los emigrantes, nuestro Señor Jesucristo, Aquel que dio el salto infinito del cielo a la tierra, de la divinidad a la humanidad, de la eternidad al tiempo; Aquel que se despojó de su rango divino y tomo nuestra condición de esclavo, haciéndose semejante a nosotros en todo, menos en el pecado. Por eso antes de hablar de mis pequeñas cosas, mis ojos se han vuelto hacia él, para contemplar al más Miserable de los miserables, al que Dios hizo un maldito por nosotros para cargar con toda nuestra maldición. En él, todos los crucificados de la tierra podemos encontrar la esperanza de una vida sin fin. Solo después me atreveré a contar algunas de las cosas que el Señor ha hecho en mi vida.
Sergio A. Donoso
Madrid 2011, 184 pp