Nacidos para alabar
Mucha gente vive con la queja a flor de labios y con la amargura en su corazón, como si Dios no supiera llevar bien los asuntos de su vida.
Seguramente, el nunca se cansa de escuchar súplicas, pero sería hermoso si nosotros, sus hijos, comprendiéramos que hemos nacido para ser alabanza de su gloria. Estas páginas, que estructuran los textos bíblicos según los grandes interrogantes periodísticos,- qué, quién, a quién, por qué, cómo, cuándo,-, son una invitación constante a la alabanza.
San Pablo, Madrid 2002, 229 pp